Si estás pensando en optimizar tus recursos e incrementar tus opciones de ahorro, el alquiler de inmuebles puede ser buena opción. Tanto si eres propietario de una segunda residencia como si dejas libre tu vivienda habitual (debido a que te vas de vacaciones), te damos las claves para alquilar en verano esa casa desocupada.
Toma nota
– Con la ley en la mano: el alquiler de apartamentos turísticos está regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos y las Comunidades Autónomas. Consulta la legislación que se aplica en tu ciudad, para saber las condiciones y los requisitos concretos. En general, la norma establece que, para considerarse alquiler turístico, no puede exceder de tres meses al año. El propietario debe declarar los ingresos como actividad económica en el IRPF o pagar el IVA mediante un gestor.
– Primeros pasos: la vivienda debe tener la cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación, que aseguran el cumplimiento de la legalidad urbanística y arquitectónica. A partir de ahí, acredita que eres el titular e inscribe el inmueble en el registro de viviendas turísticas habilitado por tu Comunidad Autónoma. Declara que te comprometes a cumplir los requisitos legales para el alquiler. Informa a tu comunidad de vecinos, aunque no es necesario que te dé su aprobación.
– Equipamiento: tu piso o apartamento debe estar amueblado, acondicionado y equipado, para que el inquilino se sienta como en casa y tenga todo lo que necesite durante su estancia. Con una pequeña inversión en equipamiento y decoración, harás del inmueble un hogar acogedor. Disponer de conexión wifi es un plus.
– A alquilar: destaca los puntos fuertes del inmueble, haz unas buenas fotografías y utiliza todo el potencial de Internet para encontrar inquilinos. Seguro que, en poco tiempo, tendrás una fuente extra de ingresos.
Cada vez más turistas nacionales y extranjeros eligen esta opción del alquiler, que a ti te puede suponer hacer el agosto. ¡Anímate!