Desde tiempos remotos, los seres humanos hemos empleado materiales naturales para la construcción de nuestras viviendas. En estaciones de frío despiadado, ha sido necesaria la identificación de elementos que sirvieran como aislantes térmicos para brindarnos calor, sosiego y supervivencia ante las bajas temperaturas. La lana de oveja, aunque cueste creerlo, ha sido uno de los materiales con mayores beneficios técnicos para cumplir la función de aislante. Se ha registrado que diversas tribus nómadas la usaban en sus paredes para protegerse del frío. Enseguida te diremos los beneficios que aportaría la lana de oveja para sobrellevar el invierno.
¡Es resistente!
La lana de oveja es un material sumamente resistente. Tanto así, que lo es al fuego, a los parásitos y al musgo.
Se adapta con facilidad a cualquier espacio
Se adaptará a cualquier superficie de techos, paredes o ventanas, asentándose sobre los espacios vacíos y las bolsas de aire. Esto se debe a las proteínas naturales que se unen a la cadena molecular de la lana.
Le da a tu hogar un respiro
Por ser un material de fibra natural, hará que las paredes, las ventanas o tu techo respiren por sí mismos. La capacidad de transferencia de la lana también te ayudará a combatir la humedad. Además, absorberá los olores y químicos que revolotean sobre el aire de tu vivienda. A través de pruebas científicas, se ha verificado que absorbe hasta 96 % de Formaldehído en el ambiente por sus propiedades de fibra natural.
Genera aislamiento acústico
Como elemento agregado, la lana de oveja sirve también como aislante acústico. Esto proporcionará una mejora a la calidad de su vivienda al apartarla de los ruidos descontrolados del tráfico o el trajín de la ciudad.
Es asequible a tu bolsillo
Por la utilización de materiales sintéticos, la lana de oveja ha bajado considerablemente su precio en el mercado. Sin embargo, eso no disminuye en absoluto su eficiencia a la hora de ser un aislante térmico de primera. ¡Anímate!
