En concordancia con el pensamiento colectivo que prepondera en España desde hace años, muchas son las personas que expresan que invertir en un alquiler es una pérdida de dinero pues los intereses, costes sumados a la caída del Euríbor y las subidas de precio, implican un gasto mayor, por tiempo constante y sin ningún tipo de pertenencia, ya que al culminar el contrato, el piso sigue siendo del arrendatario. Por lo que en efecto, no vale la pena.
A continuación, unos cuantos datos de interés: uno de cada tres españoles es propietario de una vivienda o piso. Por otra parte, 28,2% aceptarían comprar una vivienda si el precio del alquiler es igual o superior al de la letra hipotecaria y 4,4% consideran que es el momento idóneo para invertir en una vivienda. Los números lo confirman: comprar es una buena opción.
Por el lado de aquellos que no están de acuerdo con la compra o que no tienen pensado hacerlo, hay dos pensamientos que predominan: 22,4% no tiene la posibilidad de afrontar la compra de una vivienda debido a su presupuesto y 6,8% no desea hacerlo pues ser propietario implica estar atado a una propiedad, lo cual no permite tener la movilidad deseada.
En este último tópico se ubican mayormente aquellas personas que no piensan establecerse en un lugar por varios años. También se ubican las personas jóvenes que necesitan mayor flexibilidad y buscan constantes cambios antes de establecerse. Parece que a mayor edad, mayor es la idea de querer adquirir una vivienda puesto que, al pensar en constituir un hogar, las personas comienzan a sentar sus bases en un lugar.
Con respecto a los géneros, las mujeres tienden a considerar más la vivienda como una buena inversión, mientras que la mayoría de los hombres se inclinan por el alquiler. ¿Será que el tiempo les da la razón a las féminas?